Pronostico lluvioso

Mi jefa mira hacia fuera,
donde la lluvia de otoño
moja un edificio de acero.
Se ha hecho la permanente lisa
y parece un poco más mayor
de lo que realmente es.

No está amargada, ni es mala persona,
como se supone que son todas las jefas.
Sólo parece triste, aunque no por la lluvia,
o la melancolía de una luz gris
que vuelve a la ciudad con el frío.

Siente esa pena que recuerda a lo simple.
Taper de garbanzos con acelgas,
una pantalla en blanco,
otro mail sin respuesta,
la cafetera sin agua.

Nada se puede hacer al respecto,
porque no es importante.

Al volver de la sala de descanso
le traigo un café con dos sobres
de azúcar.

En ningún momento me mira a los ojos,
pero al darme las gracias parece sincera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar :)