Sin bastón

En el metro.

Dentro del túnel que conecta una línea con otra.
Una mujer ciega camina pegada a la pared.
Una señora negra, vestida con mallas.
Y ciega. Camina con las manos abiertas.
El bastón cuelga de su brazo derecho.
Unido a su antebrazo por una goma blanca.

Todos la miramos con curiosidad.
Con morbo. Porque no puede ver.

¿Qué  hace?
¿Por qué va a tientas?
¿No debería usar el bastón?

Ella se aplasta contra el muro.
Recorriendo su superficie curva con la cara.
Dejando que la suciedad le manche las mejillas.
Un jubilado aminora el paso, dudando.

¿Necesitará  ayuda?

De pronto tropieza, pero ignora la ayuda
que le ofrecen y continúa su camino.

Una señora le dice a otra: 
Creo que no está bien de la cabeza.
Y su acompañante le responde: 
¿Sabrá que es negra?

La ciega gira la esquina.
Desaparece del andén.

Nosotros subimos al siguiente tren.
Y seguimos sin entendernos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar :)