La gata

Cierro los dedos en torno a su cuello.

Por detrás, suavemente.
Y la levanto despacio.
Pesa bastante, unos
seis kilos y medio.
Acerco mi cara su
hocico y la rodeo
con los brazos.
Nos quedamos
muy quietas,
respirando.
Ella esconde
su cara bajo mi
barbilla y suspira.
El sol sigue brillando.
Un pájaro canta

a lo lejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar :)